La resistencia a la insulina se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente. Conozca los detalles.

La insulina es una hormona producida por el páncreas que ayuda a que el azúcar en sangre que se obtiene de los alimentos entre a las células, donde se usa para obtener energía.

Entonces, lo que pasa cuando hay una resistencia a la insulina es que el páncreas produce más para ayudar a que la glucosa pueda llegar a las células.

De acuerdo con el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas de Estados Unidos (Niddk), mientras el páncreas pueda producir suficiente insulina para superar la respuesta débil de las células, los niveles de glucosa en sangre se mantienen en un rango saludable.

Sin embargo, cuando esto no ocurre se da paso a una condición conocida como prediabetes, que implica que los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal, pero no tan altos como para diagnosticar diabetes.

La prediabetes se da en personas que ya tienen resistencia a la insulina, o cuyo páncreas no está produciendo la suficiente insulina para mantener estos niveles de glucosa estables.

Síntomas

En ese sentido, el Niddk reseña que la resistencia a la insulina, así como la prediabetes, no suelen presentar síntomas.

«Algunas personas con prediabetes pueden tener la piel oscurecida en la axila o en la parte posterior y lados del cuello, una afección llamada acantosis nigricans. Muchos crecimientos pequeños de la piel llamados papilomas cutáneos a menudo aparecen en estas mismas áreas», reza su portal web.

Como no hay síntomas, la forma más común de diagnóstico de la prediabetes suele ser a través de un examen de sangre.

Sin embargo, para la resistencia a la insulina como tal hay una prueba más precisa que es complicada, por lo que se usa en investigaciones principalmente.

Causas

A pesar de que los investigadores no entienden completamente qué es lo que causa la resistencia a la insulina, hay algunos factores que se cree pueden ser de riesgo.

Entre ellos está el sobrepeso, que genera demasiada grasa alrededor de los órganos y puede promover la resistencia a la insulina.

«Los investigadores solían pensar que el tejido graso era solo para almacenar energía. Sin embargo, los estudios han mostrado que la grasa abdominal produce hormonas y otras sustancias que pueden contribuir a la inflamación crónica o prolongada en el cuerpo», dice el Niddk.

También se cree que puede haber una relación entre la falta de actividad física y la resistencia a la insulina, así como al prediabetes.

Prevención

En la misma línea, los expertos recomiendan realizar ejercicio y, de ser necesario, perder peso para que el cuerpo esté preparado para responder mejor a la insulina.

También es fundamental complementar con una dieta balanceada de acuerdo a las necesidades de cada uno, para revertir esta resistencia a la hormona y prevenir o retrasar la diabetes tipo 2 en personas con prediabetes.

La prediabetes suele ser muy común en el mundo. De hecho, el Niddk informa que solo en Estados Unidos uno de cada tres adultos padece esta condición.

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